Patricia Conde y Bibi Russell, embajadoras de la moda social

Patricia Conde y Bibi Russell, embajadoras de la moda social

Por: Ángela María Calderón y Jenny Andrea Aguirre
Periodistas EL NUEVO SIGLO

Las reconocidas diseñadoras trabajan por rescatar la cultura y brindar mejores oportunidades a tejedores y artesanos en condiciones de vulnerabilidad.

A Patricia Conde y Bibi Russell las une un mismo objetivo: la erradicación de la pobreza por medio del desarrollo del conocimiento y el comercio responsable, con condiciones laborales dignas para los trabajadores del mundo de la moda y la artesanía.

Labor que les ha otorgado múltiples reconocimientos internacionales como el ser embajadoras de la ONU, por llevar a varios rincones del planeta el proyecto ‘Moda para el Desarrollo’, que promociona el trabajo de miles de artesanos y tejedores sumidos en la pobreza.

Uno de esos rincones es Colombia, en donde tienen el Centro de Moda para el Desarrollo en Cartagena, mientras que en Bogotá Russell fue designada por la Alcaldía como asesora permanente de los artesanos.

Por esta razón EL NUEVO SIGLO habló con ambas diseñadoras en exclusiva para que contaran como ha sido el impacto de su labor, y sobre todo para saber el por qué de su vocación por la llamada ‘moda social’.

EL NUEVO SIGLO: ¿De dónde nace la idea de montar un Centro de Moda para el Desarrollo en Cartagena?
PATRICIA CONDE: La idea nace de la Presidenta de la organización Women Together, Joana Caparrós, de hacer exportable un programa que se llama ‘Moda para el desarrollo’, creado por la UNESCO. Un proyecto que se encaminó durante muchos años unido a la Campaña del Microcrédito y que ha tenido un gran éxito en Asia de la mano de la ex top model y diseñadora bengalí Bibi Russell.

ENS: ¿Qué pueden hacer los artesanos y diseñadores colombianos para competir en el mismo nivel contra los grandes monopolios y las grandes marcas?
BIBI RUSSELL: Cada país tiene que sacar sus dotes, cada país tiene sus propios recursos naturales; aquí tienen el algodón y fibras, tienen muchas piedras y semillas, entonces hay que lograr que la gente entienda que tenemos que nuestra identidad propia.

ENS: ¿Quiénes pueden trabajar en este lugar?
PC: Cualquier artesana o artesano que desarrolle una técnica propia y lo requiera tendrán desde el Centro de Innovación la información y la formación que necesite para optimizar sus recursos y se intercambiarán las experiencias creativas y productivas de todas las comunidades para que se aporten mutuamente ideas y técnicas que optimicen su trabajo.
BR: La filosofía de este Centro es la universalización de la creatividad. La artesanía como fuente de inspiración para la industria. El objetivo es crear un ‘think tank’ de diseño y creación textil y de complementos para la comercialización a partir de tejidos y elementos realizados por colectivos de artesanos y tejedores de Latinoamérica y Asia bajo la dirección de diseñadores y expertos industriales en el mundo de la moda.

ENS: ¿Qué diseñadores están vinculados con esta causa?
P.C: Desde Agatha Ruiz de la Prada, Donna Karan, entre otros. Se unirán diseñadores internacionales que irán variando en un banco de horas que se está creando.

ENS: ¿Qué las motivó a crear y lanzar líneas de ropa que ayude a la sociedad?
PC: Mi motivación nunca ha sido tener más fama o más reconocimiento, sino ayudar a los demás. Lo primero que hice para alcanzar este gran sueño fue viajar a la India y elaborar cada una de las piezas en sus talleres de confección. Allí logré crear puestos de trabajo para mujeres cabeza de familia, con la condición de que mientras trabajaran en el taller, llevaran sus hijos a la escuela. De esta manera pretendo no sólo imponer una moda al vestir, sino mostrarle al mundo que ayudar a una persona necesitada no es darle una limosna sino ayudarle para que pueda ser alguien útil a la sociedad.
BR: Desde muy pequeña tuve el sueño de poderle ayudar a la gente; entonces, al haber sido una modelo tan famosa, la gente oye mi nombre que es tan conocido y siente que puede aprovechar y ayudar a otros a surgir.

ENS: ¿Aunque ustedes son embajadoras de la ONU para Asia y Europa, qué están haciendo en Latinoamérica?
PC: Sí, este ha sido uno de los motivos de mi viaje a Colombia, pues sé que existe mucha necesidad. Lo que la gente no sabe es que este país es mi segundo hogar, por eso ya he venido trabajando desde hace un tiempo con proyectos sociales en Barranquilla y Cartagena.
BR: Para mí esos reconocimientos son un tributo para la gente que trabaja conmigo. En cuanto a lo de trabajar en Latinoamérica, por el momento estoy dedicada a mi labor con los artesanos de Bogotá, labor que me fue encomendada directamente por la Alcaldía.

E.N.S:¿Cómo desearían ser recordadas?
P.C: Me gustaría que me recuerden con una sonrisa, no tanto por mi labor en cine o TV sino por lo que he hecho por la gente con mi labor social. En diez años me veo viviendo acá en Colombia, con una familia establecida, enseñándole a mis hijos a ser solidarios con los demás.
BR:Para mí lo más importante es tener el amor y el afecto que me dan los artesanos, cuando yo no veo mucho tiempo a mis hijos ese amor llena este espacio y me da la fuerza para seguir adelante.

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