Después de seis años de ser autónoma, y aun así buscar trabajo en otras empresas, enfrenté un periodo especialmente difícil. El esfuerzo por reintegrarme al mercado laboral se convirtió en un segundo trabajo, agotador y desgastante. La presión financiera se intensificó a medida que las deudas aumentaban y los ahorros disminuían. Eventualmente, me di cuenta de que los ingresos que obtenía no eran suficientes para aliviar la tensión.
Ante esta situación, decidí hacer una pausa para evaluar mi trayectoria y entorno. A lo largo de este tiempo, me di cuenta de que, a pesar de mi experiencia trabajando por cuenta propia, seguía buscando oportunidades en medios de comunicación o empresas que simplemente no se materializaban. Esta reflexión fue crucial y me llevó a valorar las habilidades y recursos que ya poseía, reconociendo que no estaba aprovechándolos completamente.
Con esta nueva perspectiva, a principios de abril, tomé una decisión consciente: dejar de buscar trabajo en otras organizaciones para centrar toda mi energía en mis propios proyectos. Reactivé dos sitios web que había dejado en pausa: Esta, (mi página de marca personal) y “Buscando en el Armario“, un proyecto que inicié hace 14 años. Decidí darle un nuevo enfoque a este último, transformándolo en una revista semanal y dedicando tiempo y esfuerzo para revitalizarlo.
Además, decidí enfrentar mi miedo a los micrófonos y comencé a producir un podcast, compartiendo mis conocimientos y experiencias con una audiencia interesada. Aunque aún no soy viral, las pocas personas que me escuchan comienzan a apreciar mi talento y mis ideas. Esta respuesta positiva me ofrece una nueva fuente de satisfacción personal y me motiva a continuar. Tengo la convicción de que si hago las cosas bien y trabajo para demostrar lo buena que soy, habrá gente que se sienta atraída por mis ideas y desee mi ayuda.
Sin embargo, enfrento un desafío significativo: la presión fiscal. Aunque disfruto de mantener mi tiempo y espacio, la carga de pago de impuestos es lo que más me ha costado, ya que lo que tengo que pagarle al estado a menudo supera lo que genero en ingresos. Este aspecto de la autonomía profesional requiere una atención y gestión cuidadosa para asegurar la sostenibilidad de mis esfuerzos.
Este cambio de dirección ha sido fundamental. En lugar de continuar en un ciclo frustrante de búsqueda de empleo, ahora estoy construyendo algo propio, utilizando mis plataformas para crear un medio de comunicación y una empresa que reflejan mis intereses y valores. Mirando hacia el futuro, espero que estos esfuerzos no solo consoliden mi autonomía profesional, sino que también ofrezcan a otras personas en situaciones similares un lugar donde puedan trabajar con tranquilidad y certeza en su ámbito laboral.