Piedad Tarazona y su Con Trato de Mujer
INSPIRADA en el rol que desempeña hoy en día la mujer en la sociedad, la artista plástica Piedad Tarazona presenta su más reciente muestra de pintura abstracta, denominada Con Trato de mujer, basada en la investigación que adelantó sobre la situación del sexo femenino en distintos lugares del mundo.
Este es su compromiso de vida, su contrato como fiel exponente del género femenino. Mostrar la magia de la mujer, su delicadeza, color, intensidad y romanticismo. Es precisamente ese Trato de mujer el que está impreso en cada una de sus obras y es así como adquiere más valor la humanidad.
Piedad habla con metáforas en cada una de sus obras, permitiendo encontrar una excusa para opinar y plantear interrogantes frente al papel que juega la mujer en la sociedad actual, consiguiendo así el objetivo de transmitir esas incógnitas a los espectadores.
La artista se siente satisfecha, por el color, la fuerza y el tema de cada pintura. Considera que su trabajo es algo así como naif pop expresionista, un trabajo que le gusta al público por la sencillez que transmite al crearlo y porque logra impactar, sin ser pretencioso ni rebuscado.
“Cuando cerré el capítulo del amor, me quedó sembrada la idea de hablar de nosotras, ya que logré entender que el amor proviene de nosotras. Entonces, buscando cosas viejas, encontré un poema que se llama Y Dios me hizo mujer. En ese momento se me llenó el corazón de agradecimiento a la vida por haberme permitido ser parte del sexo que le da ternura y amor al mundo. Por eso me terminé de convencer de que somos la fuente del amor. Así que empecé a investigar cómo éramos vistas en otras partes del mundo y cómo nos trataban en otras sociedades, además de mi experiencia personal y la de historias de mujeres que han influido en mi vida”, afirma Piedad al describir el origen de su obra.
Durante la investigación para su muestra, la artista buscó temas relacionados con el aborto, la opresión de la mujer en el Medio Oriente, su papel en la guerra santa, el rol que juega el sexo femenino en oriente y en occidente, así como la situación con las mujeres indígenas. También estudió el comportamiento de la sociedad con respecto al género, el desprecio que hay por las niñas en China, el maltrato promovido por el Islam, la prostitución, la igualdad y la desigualdad, que a pesar de la revolución femenina, aún quedan rezagos en la sociedad de discriminación hacia la mujer.
Para la artista, las únicas armas que tenemos las mujeres son “la inteligencia, el amor y el deseo de sacar adelante a nuestras familias. Nosotras somos las más poderosas y fuertes, pero también somos delicadas, queremos que se nos cuide y cuando la violencia nos golpea, nos quedamos sin palabras, aunque llenas de ideas”.
La investigación sobre la mujer, dice Tarazona, “se convirtió en parte de mi diario vivir, quiero permanentemente oír historias de amor, de lucha, superación, éxito, triunfo, y todas las mujeres tenemos historias, por eso todas mis obras tienen historia”.
Piedad Tarazona sigue pintando lo que le gusta, lo que le llena el corazón y lo que quiere transmitir, pero esta vez lo hace valiéndose de las flores y sus colores. “A mí no me interesa pintar lo que se esté comercializando en el mundo del arte, sino lo que tiene sentido para mí y deja un mensaje en el espectador, un mensaje con Trato de mujer”, sostiene.